Deprisa y a lo loco no debe ser el tagline de tu negocio. Analizar los escenarios estratégicos de un proyecto te ayudará a determinar la dirección que debe tomar tu empresa en cada momento.
La planificación de escenarios ayuda a las empresas a prepararse para desafíos futuros y a organizarse mejor frente a cambios constantes en el entorno.
¿Cuáles son los elementos de la planificación estratégica?
- Definir el alcance. Establecer unos objetivos en términos de servicios o productos, mercados, áreas geográficas y tecnologías, para marcar las metas en el horizonte.
- Identificar a las partes interesadas. Aquellas personas que estén vinculadas de alguna manera al proyecto, ahora y en el futuro. Identificar sus roles actuales y prever cómo se transformarán a lo largo del tiempo.
- Establecer las tendencias clave. Tanto políticas, como económicas, sociales, legales, tecnológicas, industriales y medioambientales. Determinar cómo y por qué influirán en nuestro negocio y entender su impacto en los distintos escenarios estratégicos.
- Descubrir las incertidumbres críticas. Establecer cómo los factores anteriores pueden relacionarse entre sí y cómo afectará eso a los asuntos que preocupan a nuestra empresa.
- Diseñar escenarios básicos. Una vez identificadas las tendencias e incertidumbres, podremos elaborar nuestros escenarios estratégicos con dos universos polarizados: elementos positivos y negativos.
- Comprobar la consistencia. Estos dos mundos básicos aún están incompletos. Para verificar su consistencia, debemos preguntarnos si las tendencias identificadas son las correctas, si los escenarios de incertidumbres son posibles y si la posición de los interesados podría cambiar o no.
- Desarrollar escenarios de aprendizaje. Gracias a la construcción de escenarios sencillos y su posterior verificación, surgirán tramas generales que compondrán los escenarios de aprendizaje.
- Definir las necesidades de investigación. Los escenarios de aprendizaje nos revelarán puntos ciegos y necesitaremos investigaciones adicionales para profundizar en la comprensión de las incertidumbres y tendencias.
- Implantar modelos cuantitativos. Hay que dar un repaso a la consistencia interna de los escenarios estratégicos y evaluarlos para cuantificar las consecuencias previstas.
- Evolucionar hacia los escenarios de decisión. Aquí evaluaremos los escenarios escogidos y contrastaremos las estrategias. Si son las adecuadas, compartiremos con el resto de las áreas de la organización. En caso contrario, debemos repetir los pasos anteriores.
En definitiva, la planificación estratégica de escenarios hay que llevarla a cabo para ver venir los cambios y anticiparnos a lo que pueda ocurrir.
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