Se es PYME para lo bueno y para lo malo. Pero si hay algo que caracteriza a una PYME, es el optimismo y la necesidad cuasi vital de hacer destacar lo primero sobre lo segundo. Y en el caso de la llamada «transformación digital», no puede ser de otra forma.
Transformación digital es planificar, ejecutar e implantar proyectos hardware y/o software que optimicen una o varias áreas de un negocio: producción, administración, contabilidad, gestión comercial… En definitiva, la transformación digital para PYMES es invertir en tecnología para mejorar una empresa. Tal cual.
No está de más hacer esta simplificación, porque «digitalización» es un término que, no se sabe muy bien por qué, se viene asociando a grandes compañías que, de repente, deciden acometer enormes inversiones para optimizar gigantescos procesos productivos tremendamente complejos. Y nada más lejos de la realidad.
Si algo debe caracterizar a un buen proyecto de digitalización de PYMES, es su orientación a resultados o, dicho de otro modo, su capacidad para resolver problemas reales con el fin de aportar un valor tangible. Nada tiene que ver con la cantidad de dinero invertida o con el número de empleados de una compañía.
Pero yendo más allá, ¿por qué se puede considerar que ser una PYME es hasta ideal para acometer un proyecto de transformación digital? En primer lugar, por el motivo por el cual la digitalización es beneficiosa para cualquier organización: porque va a ayudar de forma directa a reducir costes de gestión, a automatizar parte de sus flujos productivos, a centralizar y facilitar la compartición de información, o incluso a posicionarla en su sector. Y todo ello, en una PYME, tiene un impacto más inmediato, más visible y mucho más significativo a corto plazo.
Otra cosa buena de la transformación digital para PYMES es que es, sin duda, el momento justo y el lugar adecuado para hacerlo. Toda PYME tiene por naturaleza vocación de crecimiento, y ese crecimiento es directamente proporcional a la dificultad de digitalizar unos procesos cada vez más grandes, complejos y en ocasiones dispersos. Acompañar ese crecimiento con digitalización allana el camino y abre puertas a un futuro de otro modo inmovilista y desconectado de las necesidades de clientes y proveedores. Digitalizar es, en sí mismo, crecer de forma sostenible.
Y no hay que dejar de lado una clave del todo crítica en materia de digitalización: la gestión del cambio. Un mal manejo de la transición tecnológica puede echar por tierra toda una inversión. Mejor crecer de forma progresiva con filosofía digital y hacer que la digitalización forme parte de la propia PYME, no como un complemento, sino como una forma esencial de funcionamiento.
Si eres una PYME, es tu momento de digitalizar: analiza tu situación, proyecta tu negocio a medio y largo plazo, y prepáralo para lo que está por venir. Mejor llevar a cabo una inversión progresiva y eficaz que te ayude a crecer de forma sostenible, que tener que gastar para solucionar problemas que en ocasiones ya no tienen remedio.
José Antonio Mora Martínez
Cofundador de Sixphere - Project Management & Software Architecture
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